
En una reciente sesión del Congreso capitalino, se aprobó una solicitud para que el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro evalúe la posibilidad de reservar el primer vagón de cada tren para el uso exclusivo de personas con discapacidad, adultos mayores, mujeres embarazadas o con niños en brazos. Esta propuesta fue presentada por la diputada Leonor Gómez Otegui (MORENA) y busca mejorar la accesibilidad y seguridad para los grupos vulnerables que a diario se enfrentan a barreras en el transporte público.
El punto de acuerdo destaca que, aunque el primer vagón es el de menor riesgo para las personas con discapacidad, debido a su cercanía con el conductor, actualmente no se contempla un sistema que lo reserve exclusivamente para este grupo. Además, señala que la división por género en los vagones no toma en cuenta las necesidades de las personas con discapacidades, especialmente las visuales, quienes a menudo enfrentan situaciones de discriminación.
Con base en datos del INEGI, que estiman que en la Ciudad de México viven más de 1.7 millones de personas con discapacidad, la diputada Gómez Otegui enfatizó la importancia de realizar ajustes razonables que garanticen el acceso pleno a la movilidad. De igual forma, se subraya que el 16 por ciento de la población capitalina tiene más de 60 años, lo que convierte a este grupo en un sector especialmente vulnerable.
En la misma sesión, también se aprobó una serie de resolutivos en los que se solicita al titular del STC Metro implementar campañas de concientización para su personal, con el objetivo de evitar actos que denigren la dignidad de los usuarios. Además, se solicita un informe detallado sobre las acciones que se tomarán para garantizar el cumplimiento de estas medidas.
La legisladora reconoció los esfuerzos del gobierno capitalino para modernizar la infraestructura del Metro, que actualmente traslada a más de tres millones de personas cada día. Sin embargo, hizo un llamado a reflexionar sobre los desafíos que enfrentan las personas con discapacidad visual, aquellas que usan sillas de ruedas o muletas, así como las mujeres embarazadas, quienes a menudo se ven limitadas por la división de los vagones. Esta situación, según Gómez Otegui, puede poner en riesgo su seguridad y dificultar su acceso a los espacios más adecuados dentro del sistema de transporte.
Con esta propuesta, se busca dar un paso hacia una ciudad más inclusiva y accesible para todos sus habitantes.